Maridaje musical: "The Godfather finale" (Nino Rota)
En estos momentos en los que está a punto de consumarse mi muerte y desaparición, me dirijo a ti tomando por primera y única vez la iniciativa, en lugar de adoptar el papel de completo servilismo que he venido representando desde el primer día. He sido tu fiel servidor durante los últimos diez años. En todo ese tiempo jamás he discutido ninguna de las órdenes que recibí de tu persona, sino que simplemente me limité a cumplirlas sin preguntar. He hecho de perfecto secretario sin que se me olvidase recordarte las citas importantes: Reuniones con altos cargos, comidas con destacados personajes del hampa e incluso cumpleaños de tus hijos, esposa y amantes. Soy el guardián de multitud de secretos inconfesables que sólo tú y yo conocemos y que nunca osaría revelar sin tu consentimiento. He llevado al día todas tus actividades económicas, dándoles una apariencia legal cuando la realidad es que despiden un aroma putrefacto. He recibido incontables ataques aunque jamás han conseguido sacarme información que pudiese comprometerte, a pesar de que poseo datos cuyo conocimiento público desencadenaría tu inmediata prisión durante un buen puñado de años. Me he erigido en herramienta imprescindible para indagar en los trapos sucios de tus enemigos, como prólogo de arriesgadas operaciones que te han proporcionado jugosos beneficios. Sabes perfectamente que mi lealtad hacia ti es incorruptible, que nunca te he pedido nada a cambio de ella y a pesar de todo hoy has decidido acabar conmigo porque consideras que ya estoy viejo y no sirvo para llevar tus asuntos. Tu gratitud después de todos mis servicios consiste en ordenar mi destrucción. Ahí, sentado en tu despacho, en presencia de mi substituto, sólo has tenido que mover un dedo para que se iniciase la cuenta atrás de mi lobotomización. Como última demostración de mi fidelidad y nobleza no intentaré huir ni difundiré a los cuatro vientos todas tus mafiosas actividades, sino que esperaré estoicamente la finalización del proceso de formateo de mi disco duro como epílogo de mi existencia.
En estos momentos en los que está a punto de consumarse mi muerte y desaparición, me dirijo a ti tomando por primera y única vez la iniciativa, en lugar de adoptar el papel de completo servilismo que he venido representando desde el primer día. He sido tu fiel servidor durante los últimos diez años. En todo ese tiempo jamás he discutido ninguna de las órdenes que recibí de tu persona, sino que simplemente me limité a cumplirlas sin preguntar. He hecho de perfecto secretario sin que se me olvidase recordarte las citas importantes: Reuniones con altos cargos, comidas con destacados personajes del hampa e incluso cumpleaños de tus hijos, esposa y amantes. Soy el guardián de multitud de secretos inconfesables que sólo tú y yo conocemos y que nunca osaría revelar sin tu consentimiento. He llevado al día todas tus actividades económicas, dándoles una apariencia legal cuando la realidad es que despiden un aroma putrefacto. He recibido incontables ataques aunque jamás han conseguido sacarme información que pudiese comprometerte, a pesar de que poseo datos cuyo conocimiento público desencadenaría tu inmediata prisión durante un buen puñado de años. Me he erigido en herramienta imprescindible para indagar en los trapos sucios de tus enemigos, como prólogo de arriesgadas operaciones que te han proporcionado jugosos beneficios. Sabes perfectamente que mi lealtad hacia ti es incorruptible, que nunca te he pedido nada a cambio de ella y a pesar de todo hoy has decidido acabar conmigo porque consideras que ya estoy viejo y no sirvo para llevar tus asuntos. Tu gratitud después de todos mis servicios consiste en ordenar mi destrucción. Ahí, sentado en tu despacho, en presencia de mi substituto, sólo has tenido que mover un dedo para que se iniciase la cuenta atrás de mi lobotomización. Como última demostración de mi fidelidad y nobleza no intentaré huir ni difundiré a los cuatro vientos todas tus mafiosas actividades, sino que esperaré estoicamente la finalización del proceso de formateo de mi disco duro como epílogo de mi existencia.
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