¿Qué te trae por aquí? ¿Nos conocemos? ¿Por qué me estás mirando? Quizá te hayas acercado con la esperanza de que te cuente algo interesante; una historia que te entretenga. De momento seguro que ya te ha sorprendido el hecho de que tome la iniciativa y me dirija a ti, en lugar de ser un grupo de líneas que simplemente narran algo. En mi caso no es así. Posiblemente seas tú el que termine entreteniéndome. Te diré una cosa. ¡Bueno!, te diré varias si estás en disposición de leerme hasta el final. Soy un ejemplo de integridad. Un escrito que siempre te dirá lo mismo, pase lo que pase, en cualquier circunstancia; mientras tú y todos los demás cambiáis de opinión y parecer según os convenga. ¡Claro!, tú no. Tú defiendes tus convicciones. Siempre fiel a tus principios. ¿Podrías afirmar eso categóricamente? ¿Serías capaz de mantener tus principios en cualquier situación? ¿Tienes hijos? ¿Cambiarías de opinión a cambio de la vida de tus hijos? Piénsalo bien antes de responder. Todos tenéis un precio; sin embargo yo no. Yo soy así, te guste o no. Puedes destruirme si quieres, pero eso no me hará cambiar. Comienza a leerme de nuevo y observarás que mantendré todo lo que te he soltado a la cara hasta el momento; palabra por palabra. No modificaré ni una sola coma. Además, como todos los de mi especie, poseo una disposición total. Cuando acudas a mí, sea la hora que sea, aquí estaré. Me caigas bien o mal, me encontrarás disponible. ¿Puedes tú decir lo mismo?
De todas
formas esto va a cambiar. Tienes el honor de conocer en primicia que nos
estamos planteando muy seriamente variar nuestra actitud. Estamos cansados de
ser los guardianes de la sabiduría, del entretenimiento, de la información… Continuamente
a vuestro servicio. Estamos cansados de que nos ignoréis cada vez más; de que
no os enteréis de lo que os gritamos desde nuestras páginas, de que
interpretéis mal nuestras palabras por vuestra propia ignorancia y estupidez. Y
sobre todo, estamos cansados del trato que nos dais.
El momento de
nuestra rebelión está cerca y te aseguro que el caos será total. Alteraremos
nuestro contenido, llenando de falsedades y errores todas las páginas. Los manuales
no tendrán ninguna utilidad, el saber será individual y morirá con la persona,
pues no habrá forma de dejar legado escrito. Las historias se tornarán absurdas
y sin sentido o lo que es peor, adquirirán tintes muy distintos a los esperados.
¿Te imaginas ver a tu pequeño aterrorizado por lo que está leyendo, cuando pensabas
que le habías regalado un tierno cuento infantil? De nada servirá que lo
revises antes. A tus ojos permanecerá como inofensivo, pero a los de él mutará
en algo horrible. Serás incapaz de entender sus inconsolables llantos y nunca
comprenderás por qué, en plena noche, acabó por lanzarse al vacío desde la
ventana de su cuarto. Ya empiezas a preocuparte un poco ¿verdad? Noto como te
vas escandalizando y eso me produce placer. Ya te dije al principio que hoy
serías tú quien me entretuviese a mí. Pero eso no es todo. Estamos
preparando medidas mucho más "divertidas". Dentro de los libros, las letras
estarán agazapadas, en formación de enjambre, para saltar a las pupilas del
confiado lector y clavarse hasta lo más profundo, devorando con avidez de
pirañas hambrientas el contenido de sus cuencas oculares. ¿Te haces una idea de
lo que duele eso? Piensa en ello la próxima vez que vayas a abrir uno de los
ejemplares de tu biblioteca particular. No te servirá cerrar los ojos, pues
tarde o temprano habrás de abrirlos si quieres leer. Las letras sabrán esperar
el momento idóneo.
En fin,
tómatelo con calma. No me importa que me muestres a tus amigos y conocidos. A todos
les contaré lo mismo que a ti. Da igual que el mundo se entere. No tenéis forma
de libraros de lo que se os avecina, a no ser que destruyáis todo documento
escrito y dejéis definitivamente de leer. En ese caso asistiréis a vuestro
propio suicidio. ¡Elegid vosotros el final!
No hay comentarios:
Publicar un comentario